jueves, 20 de marzo de 2014

Éxtasis o como pisar pétalos de cerezo.

Voy caminando. Despacio. Silenciosa.
Ya nada es lo que era, pero no me importa.
No viviré en las ciudades que había imaginado,
creo que las enterraron,
junto a fosas comunes de sueños despedazados.

La gente no me mira. Las aceras están vacías.
Alzo una bandera blanca, como si sirviera de tregua.

Pero entre tú y yo, no hay guerra ni paz
ni gloria, ni sangre derramada.
No somos soldados en el campo de batalla,
ni tiros por la espalda.
Solo sé que no se nada.

Y qué si me apetece odiarme.
Voy a mirarme en el espejo hasta vomitar flores
y tragarme las espinas.

No intentes detenerlo,
la calle sigue vacía.

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