martes, 26 de mayo de 2015

Sopa de limones.

Ay.

¿Dónde?

En todas partes.

¿También en el ártico?

También.

¿Y qué es? Yo digo amarillo.

Más bien transparente.

¿Un vaso? Están en todas partes. Son transparentes.

Si es un vaso lo podemos controlar fácilmente.

Hay vasos muy escurridizos, sobretodo si están recién fregados. Los vasos mojados son casi incontrolables.

Yo quiero ser un vaso mojado. Y si se cae y se rompe, pues ya vendrá alguien a limpiarlo.

Serías el mejor vaso del mundo.

¿Y tú? ¿Medio lleno o medio vacío?

Yo prefiero ser un vaso de plástico. Práctico, y nadie tiene que preocuparse por fregarlo. Solo te lleva alegrías a la boca, y luego le dices adiós sin remordimientos.

No siempre lo son. A veces se rajan, y te manchas las manos.

Todo tiene riesgos. Pero un vaso de cristal puede cortarte. Uno de plástico solo te mancha. Siempre es divertido limpiarse las manos a lametones.

miércoles, 20 de mayo de 2015

Soy la viuda.

Se acerca, y me mira,
sube
remolonea
gira.
Me tomo mis pastillas
y la veo yacer en el agua
flotando
en su propia piscina.
Se ha ahogado en un vaso,
eso pienso de mí misma.
Me levanto furiosa,
me enfado con el resto.
Inútiles insectos de aire,
abandonad mi recuerdo.
Otra se acerca, y me mira,
y la mato
a sangre fría.
Absurdas moscas de verano,
que volando
traen el recuerdo
de que yo tampoco sé irme.