jueves, 12 de junio de 2014

Los finales.

Quiero cada domingo
una rosa blanca;

Un perfume suave
que inunde mi almohada;

Una delicada caricia
bajando por mi espalda;

Un pintalabios rojo
que atraiga miradas
y que me entierren
mirando a la mar brava.

No le pido más a la vida
que lo que puedan darme tus brazos.
Pero por dios, cuando llegue el invierno
tienes que saber
que todo habrá terminado.

sábado, 7 de junio de 2014

Nocturnidad y alevosía.

Has estado tantas veces
en esta cama
y ya no huele a nada,
solo suavizante barato
y mis lágrimas desbocadas.

Meter los dedos
en el enchufe
sera el único impulso eléctrico
que sienta mi cuerpo
esta noche.

No quieras juzgar
aquello que no entiendes;
estoy a solo nueve números
de distancia de la llamada,
la que me vuele la cabeza,
y te despida con una bala.