jueves, 4 de abril de 2013

Adicción.

Párate a pensar sólo un instante.
El mundo está lleno de adicciones. Tantas, que cuesta creerlo. Tabaco, alcohol, drogas, sexo... Pero no son las únicas, practicamente todo lo que nos gusta o llega a gustarnos puede convertirse en una. Y eso nos asusta.

A través de ellas buscamos una felicidad momentánea, aquello que llaman euforia. Conseguir que todos nuestros problemas se evaporen y alcancemos esa ansiada felicidad.

Lo más difícil de una adicción, es sin duda, superarla. Y para ello, se necesita mucho más que voluntad o buenas intenciones. El éxito reside en querer con todas tus fuerzas mejorar y dejarla atrás.
El problema viene cuando esa adicción se convierte en una obsesión, y ya no puedes dominarla, pues es a ti, y solamente a ti, a quién maneja como una marioneta. Ese es el momento en el que sólo vives para y por tu adicción.

Para superarla, es necesario haber tocado fondo. Reconocer  que esa no es la solución a nuestros problemas, aunque ¿cómo sabes que has tocado fondo, si dejarlo duele mucho más que la propia adicción?

2 comentarios:

  1. ¿Es esto una especie de autoterapia? ¿Un consejo desinteresado y amable? ¿Una reflexión espontánea fruto de la soledad frente a la pantalla a altas horas de la noche? ¿Llega a alguna parte? Planteas muchas preguntas con un texto breve.

    Sólo puedo decir que mentira no es =D

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    1. No sé lo que es. Se me ocurrió hace tiempo y lo escribí a modo de nota en el móvil. Hoy lo he visto y he decidido publicarlo. Puede entenderse como quieras, quién lo vea como un consejo que lo aplique. Tal vez sea una reflexión para mí misma. Quién sabe...

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