martes, 18 de junio de 2013

Una noche más.

¿Cómo hablar cuando en tu cabeza sólo tienes palabras aleatorias carentes de significado?
Y peor aún, ¿cómo escribir?

Así me sentía cada noche. Abrigado a la luz de un flexo cuya incandescencia hacía que te saltaran las lágrimas. Me sentaba frente al escritorio, con la mirada perdida como era de costumbre, y me limitaba a teclear de forma impasible, historias planas. Absurdas. Carentes de cualquier valor literario.
Cada noche, lloraba frente a una pila de folios arrugados, donde todo lo que realmente quería escribir nunca salía a la luz. Siempre se me atragantaban las cosas importantes. Lo que de verdad merecía la pena y no estas estupideces.

Las noches de lluvia eran mis preferidas. Asomaba la cabeza por la ventana como un perro en su primer viaje en coche, sentado en el asiento delantero. Dejaba que la lluvia empapara mis ideas y lavara los errores. Cuando por fin me serenaba, volvía al escritorio, y seguía tecleando. Como una máquina inerte, sin corazón, que hace lo que le ordenan.

Nunca se me ocurrió pensar que estaba mal otra vez.
Debe ser que los locos nunca piensan en sus locuras.

Sea como fuera, el pasado galopaba tras de mí. Cada vez más cerca. Los recuerdos eran nítidos y los tormentos ocupaban mi mente. Pero no podía escapar. Esta vez yo iba montado en el caballo del malo, el que siempre corre menos.

2 comentarios:

  1. Bienvenida de vuelta. Hacía unos días que me preguntaba por ti.

    Ah, me río con el segundo párrafo, porque es tan verdadero... bueno, yo no lloro frente a las hojas, y en raras ocasiones sí consigo plasmar por escrito lo que estoy pensando... pero muchas veces es frustrante comprobar cómo los geniales pensamientos que se agolpan, frenéticos, en tu mente, se escurren inevitablemente como agua entre los dedos cada vez que intentas llevarlos a la pantalla, o si no los traduces lo suficientemente rápido en caracteres escritos.

    Me gustan mucho expresiones cómo "el pasado galopaba detrás de mi". Tengo que fijarme en gente como tú y aprender de cada cual lo que me gusta. Mis escritos por lo general me suenan banales y repetitivos. Voy siempre en busca de horizontes nuevos, y por lo que se ve, a veces, tengo la suerte de encontrarlos. Otra cosa ya es que luego me acuerde de ellos para intentar inspirarme.

    Es difícil copiar una forma de pensar u.u

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    1. Gracias :3 He estado bastante ocupada estas últimas semanas con exámenes finales. Pero al fin, ya soy libre y VACACIONEEES!!! xD A ver si me pongo a escribir y las aprovecho.

      La inspiración se encuentra dónde menos lo esperas, sólo hay que dejar de buscarla para que aparezca.

      Y por último, gracias por seguir leyendo el blog y comentando. Un saludo~

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